La hoguera de las vanidades

La hoguera de las vanidades

domingo, 30 de octubre de 2011

La vida en un aaargh!


La siguiente afirmación merece ser leída con el tono más campanudo que Luis María Anson sea capaz de sacar de su garganta. La revista Cuore es el producto periodístico más importante aparecido en España en los últimos años. Así como lo leen.



Dar una vuelta de tuerca a un modelo establecido puede parecer fácil. No lo es. Los editores de Cuore dieron con la tecla: el público quería dejar de ver a las celebridades como modelos de imitación, para pasar a contemplar como humanos con tantos defectos (¿o más?) que los propios lectores. El fenómeno fue curioso, puesto que Cuore adaptó para España el modelo de la anglosajona InTouch, que precisamente salió posteriormente en nuestro mercado gracias al éxito de su imitadora.



Sea como fuere, el consumo de prensa del corazón no ha vuelto a ser el mismo. Por supuesto que existe el ¡Hola!, con esas primeras páginas dedicadas a una vieja gloria enseñando las calidades de su rancho de Minnesotta y el cuadernillo central con las fotos, en blanco y negro, de la pedida de Serafín Antúnez de Quesada y Rocío Remírez de la Borgoña. Pero ahora, convive en el kiosco con éstas otras publicaciones, pasto de lectura voraz y agudo análisis entre gran cantidad de público, eminentemente femenino. “¿Has visto los pelos que asoman por el sobaco de la Carbonero? –Pues anda que el chándal de la Scarlett cuando fue a comprar cereales a una grocery de NYC ya ni te cuento”. Los famosos tiemblan. Los chapuzones playeros ya no son lo mismo. Se miran las lorzas o el aspecto que deben tener al salir y piensan: “soy carne de aaargh”